Un operativo policial para desalojar el plantón de la colectiva “Madre en Resistencia” en Tuxtla Gutiérrez derivó en forcejeos, gritos y la destrucción de sus lonas. La llegada de normalistas y la difusión de videos revirtió la acción y atrajo el apoyo ciudadano. Este es el relato de su resistencia y de la búsqueda incansable de Adriana por su hijo Emanuel.

Por Damián Sánchez
Chiapas.- La Colectiva Madre en Resistencia, integrada por víctimas de feminicidio y desaparición, mantiene un plantón frente a la Fiscalía General del Estado en Tuxtla Gutiérrez.
El 7 de octubre, el secretario de Seguridad Pública Municipal, David Hernández Pérez, acompañado de 25 elementos policiacos, participó en un operativo para desalojarlas, sin conseguirlo.
Las madres buscadoras enviaron mensajes a los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá. Cuando los jóvenes llegaron, la colectiva ya estaba siendo agredida por la policía. Uno de los estudiantes gritó: “¡Déjenla, puercos!”, y los agentes salieron corriendo.
Adriana Gómez Martínez, madre de Jade Guadalupe Yuing Gómez —quien fue encontrada sin vida dentro de las instalaciones del Instituto del Deporte (Indeporte) de Tuxtla Gutiérrez —, comenzó a grabar para enviar el video a otras compañeras, pues en ese momento, solo eran cuatro mujeres las que, con valentía, mantenían el bloqueo.
“Estoy grabando… miren cómo jalan a mi compañera, miren nada más cómo se la llevan. ¡Qué abusivos son! ¡Miren cómo la agarran! ¡deberían cuidarnos! ¡pedimos el apoyo de la ciudadanía, no nos abandonen! Esto es lo que provoca el señor fiscal, ¡queremos una solución!”, decía Adriana.
María Edith Domínguez Domínguez, madre de José Manuel Hernández Domínguez, quien se encuentra desaparecido, fue rodeada por cinco elementos y, presuntamente, por integrantes de la Secretaría de Seguridad del Pueblo del Estado.
Edith protegía una lona con la ficha de búsqueda de su hijo; se aferró a ella, pero no pudo mantenerla. Entre gritos y amenazas, se la arrebataron. Aun así, continuó resistiendo, mientras una mujer policía le doblaba la mano.
Tras la difusión del video, la sociedad comenzó a llegar al plantón para apoyar a las madres, llevando agua, alimentos, cobijas y sumándose a la protesta.
“Ya no estamos calladas”.
En Chiapas las personas empezaron a desaparecer con más contundencia en el sexenio morenista de Rutilio Escandón hoy cónsul en Miami, 2021, 2022, 2023 y 2024; hasta septiembre de este 2025 ya con la nueva administración del morenista, Eduardo Ramirez continuan, van 285 personas desaparecidas de enero hasta septiembre.
A la fecha en Chiapas hay 1,674 personas que no han podido regresar a casa. La mayoría son jovencitas, de 15 a 19 años de edad y hombres de 30 años hasta los 34, además de personas migrantes.

Entre las mujeres que sostienen esta lucha está Adriana Camacho, del municipio de Arriaga, integrante de Madre en Resistencia Chiapas, quien se mantiene en el plantón. Mientras permanece ahí, carga telas e hilos para bordar; busca a su hijo Emanuel Alemán Camacho.
Emanuel fue monaguillo y formaba parte del grupo del Viacrucis en la iglesia. Desde los ocho años participaba en las actividades religiosas: interpretaba a Pedro, a los ladrones y a soldados en las representaciones de Semana Santa.
“Mamá, cuando tenga 16 años quiero hacerle como Cristo, quiero ser el Cristo más joven”, le decía.
“A Emanuel le gustaba estar preparado; llegaba antes a los ensayos para hacer una oración”. Así vivía su fe, con la misma entrega con la que su madre, Adriana Camacho, originaria de Arriaga, hoy lo busca y exige justicia.

“Mientras estoy aquí con las madres en resistencia, dejo la iglesia para buscarlo”, dice Adriana.
“En las redes sociales, una persona me dejó un comentario para que buscara la colectiva Madre en Resistencia en Chiapas. Con otras mamás nos dimos a la tarea de encontrarlas y así entramos a la colectiva”. Fue cuando juntas se dieron cuenta que en la carpeta de investigación no había nada de búsqueda. “Pero ya no estamos calladas; la ciudadanía ya sabe lo que está pasando”.
“Con Madre en Resistencia supe que tenía derechos y que podía pedir la carpeta de investigación para conocer los avances”.



