Fotografías: Damián Sánchez
Texto: Laura Islas
El silencio en Las Champas (México) pesa como una losa. Los negocios permanecen cerrados, las calles semivacías y la cotidianidad parece suspendida. En la frontera que divide al país con Guatemala, policías de élite del estado de Chiapas, del grupo Pakal vigilan con fusiles en mano, mientras del otro lado, soldados guatemaltecos montan guardia desde un jeep militar.
El domingo 8 de junio de 2025, Baldemar Calderón Carrillo, alias “Don Balde”, señalado como fundador del Cártel de Chiapas y Guatemala, presuntamente aliado del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue abatido durante un enfrentamiento que inició en Frontera Comalapa (Chiapas) y terminó en La Mesilla (Huehuetenango, Guatemala). El choque armado dejó cuatro presuntos integrantes del cártel muertos y provocó tensiones diplomáticas entre ambos países.
Un día después, Chiapas Crímenes Sin Resolver llegó al lugar para documentar cómo la violencia y la militarización transforman la vida en la frontera sur de México.
Esta galería muestra ese retrato: el miedo en las calles, la vigilancia en ambos lados de la frontera y la fragilidad de la vida cotidiana bajo el acecho del crimen organizado.